Por Mariela Velardez y Julia de Titto. Con la suspensión del plenario de comisiones en el Congreso para tratar el proyecto de despenalización del aborto, el mismo perdió estado parlamentario. El análisis de integrantes de la Campaña y cuáles son las perspectivas.
Luego de que el proyecto de despenalización y legalización del aborto fuera tratado el martes pasado en la comisión de Asuntos Legales de la Cámara de Diputados de la Nación, quien la preside, Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica, decidió convocar un plenario de las tres comisiones parlamentarias que tienen influencia sobre el tema. Quienes presiden las comisiones de “Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia” y “Salud” habían anunciado a distintos medios de comunicación que no iban a convocar a la sesión plenaria del día de ayer. Tanto Claudia Rucci (Peronismo Federal – Familia) y Morante (Frente Para La Victoria – Salud) están en contra del proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Con estas novedades, Vega decidió retirar la convocatoria y así el proyecto de ley perdió estado parlamentario.
El debate por la despenalización y legalización del aborto en el Congreso marcó, sin dudas, un avance de las organizaciones feministas -y sobre todo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Libre y Gratuito- en lo que refiere a los derechos de las mujeres en nuestro país.
El proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se logró llevar a discusión tiene la firma de 50 diputados y diputadas de diferentes partidos políticos y la adhesión de numerosas organizaciones sociales y de derechos humanos, así como de universidades y de diferentes representantes religiosos.
Florencia López pertenece a la Campaña y es parte de la Colectiva de Antropólogas Feministas y ante la consulta de Marcha explicó: “De acá en adelante tenemos que mantener lo que significó el debate en Diputados -que tuvo un tratamiento serio, más adecuado, en relación con el foco de debate, que eso provocó una reacción positiva en la sociedad- ya que más del 60 por ciento de la población está de acuerdo con el proyecto. En el 2012 tenemos que continuar con el debate, profundizarlo”.
La diputada nacional Cecilia Merchán también es parte de la Campaña y coordinadora nacional del colectivo de mujeres Juana Azurduy. En relación con el proceso en cuestión, opinó para Marcha: “Por primera vez se da el debate en el Congreso y el año que viene debemos seguir debatiendo, porque cuando una sociedad discute con sinceridad y madurez, avanza. Estamos en condiciones de seguir con este proceso y lograr que el proyecto siga su curso”.
El proyecto tiene la firma de algunos diputados que conforman la Comisión de Legislación Penal -que se juntó el 1 de noviembre pasado- que, sin embargo, no estuvieron presentes en el debate; sobre este tema, la diputada expresó: “Hubo ausencias muy claras de los distintos bloques, eso es muy triste. Por presiones, dudas o por el motivo que sea, haber firmado y no dar la cara es bastante grave, es mantener un doble discurso”. En relación con este tema, Merchán mencionó el caso de la diputada Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica: “Hace años presentó un proyecto muy similar al de la Campaña, junto a Graciela Fernández Meijide y ahora se pronunció en contra, eso es hipócrita, y además fue una de las propulsoras de la impugnación del dictamen”, explicó.
La diputada Merchán, concluyó: “Desde la Campaña estamos muy conformes porque se ha logrado transformar el debate, porque ya no es un tema de ´elite´, sino del conjunto de la sociedad. Logramos instalar el tema con todos los elementos necesarios para avanzar, la discusión de estar a favor o en contra del aborto quedó atrás, está claro que nadie está a favor del aborto, sino de su legalización. Ahora estamos debatiendo una Ley”.
La ex legisladora porteña Patricia Walsh, analizó los alcances del proyecto: “En nuestro país se hacen por año miles y miles de abortos. Cualquier mujer que desee por la razón que fuere interrumpir su embarazo lo puede hacer, si reúne el dinero para pagar. Pero si es pobre, recurre a lugares donde estas prácticas generan riesgos de muerte o secuelas muy graves. Les pasa a las más jóvenes, les pasa a las más pobres. Si legislamos, los abortos, que se hacen igual, serán prácticas médicas que dejarán de causar esas muertes o esas graves secuelas. Al mismo tiempo, si las mujeres pasan por un centro de salud -y no es una práctica clandestina- se podrán asesorar sobre cómo prevenir en el futuro el embarazo no deseado, a través de la anticoncepción.”
Para Walsh, el rol de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto es primordial: “ha tenido el rol fundamental de sostener el esfuerzo de miles de mujeres, que además de lograr las adhesiones, llama a movilizarse. Su existencia es de una enorme importancia para llegar hasta aquí, y ahora para avanzar”.
Ante la consulta sobre la postura del gobierno nacional, opinó: “hay que recordar que otros temas que hoy se mencionan en los discursos oficiales como logros muy importantes, no estuvieron en la agenda de la ex senadora y hoy presidenta o en la de su marido, el ex presidente. Mientras el tema esté en la agenda del movimiento de mujeres, y mientras sea una necesidad, habrá millones que comiencen a suponer que este es un derecho, que puede escapar a las agendas personales y hasta presidenciales. Pero se convierte en una obligación de conciencia para las que queremos que las más pobres dejen de morirse o de quedar mutiladas y que la cantidad de abortos -que se hacen igual- disminuya. Que haya menos, que no haya. Porque en los países donde se ha legislado el aborto, sucede así: ese número baja. No se puede mirar al costado, no se debe hacer eso. Es necesario legislar”.