Por Sebastián Korol, desde Posadas*. El pasado 23 de mayo los docentes jubilados de la provincia de Misiones organizados en la asociación “Marea Blanca” cumplieron un año de movilizaciones por demandas previsionales y protagonizaron un nutrido acto en la plaza 9 de Julio de Posadas.
En estos doce meses concretaron cerca de 40 marchas, pidieron audiencias, enviaron cartas documento y hasta remitieron notas a la presidenta de la Nación. Pero el balance, evaluaron, es de preocupación. El gobierno provincial no atendió ninguno de los reclamos que desencadenaron la conformación del espacio.
Los jubilados reclaman el pago de más de 350 millones de pesos que el Estado provincial adeuda a cerca de 4.500 jubilados docentes, en concepto de aplicación retroactiva de la movilidad, desde marzo de 2006 a mayo de 2013. Las deudas individuales alcanzan montos equivalentes a veinte sueldos. Arrancan en 50 mil pesos y en muchos casos (por ejemplo, jubilados con doble turno y en zona desfavorable) superan los cien mil.
Por ésta y otras graves irregularidades, en Misiones un docente jubilado de 15 horas media que debería cobrar $3300 cobra $2080; una directora de primaria que debería percibir $6190 recibe $3800; y una directora jubilada de primera media que debería cobrar $7042 está cobrando $4340.
“Marea Blanca”
El jueves 24 de mayo de 2012, siete jubilados docentes se autoconvocaron en la plaza 9 de Julio de Posadas con el propósito de discutir en torno a la problemática del sector. Eran Damián Cura, Vitalino Acosta, Julio Ríos, Alberto Holtz, Teófilo Silva, Julio Medina y Alfredo Aguirre.
Lentamente fueron sumándose más colegas, de distintos puntos de la provincia. Con el correr del tiempo, Marea Blanca fue consolidándose como un espacio de encuentro y contención recíproca ante preocupaciones comunes. Pero para los jubilados docentes, la asociación devino, fundamentalmente, bandera de lucha.
Alberto Holtz recordó: “Esto comenzó con la inquietud de hacer alguna manifestación. ‘Los jueves’, dijimos. Se transformó así en un ‘jueves blanco’. Después se transformó en ‘caminata blanca’, y finalmente se convirtió en ‘Marea blanca’. Así comenzamos”. Pero agregó que eso “tampoco fue suficiente, entonces empezamos a reunirnos con los activos, quienes nos dieron una inyección de vitalidad. Hicimos caminatas más largas, llegamos al Instituto de Previsión Social (IPS) reclamando audiencias por nuestras necesidades: que se paguen las movilidades como marca el artículo 63 de la Ley madre de las jubilaciones, que se terminen los topes, que se paguen a las viudas las jubilaciones y pensiones que les corresponde, y también obviamente que se mejore el servicio de las obras sociales”.
Finalmente relató: “Fuimos primero siete, creamos un clima de confianza y la gente se fue sumando. Hoy tenemos un número estable de 60 jubilados todos los jueves. Y hemos marcado una especie de ‘sello’, hoy ya todos saben qué es Marea Blanca, dónde nos encontramos, qué días y a qué hora”.
Julio Ríos
En el acto por el primer aniversario de Marea Blanca fue especialmente recordado Julio Ríos, primer presidente de la asociación, fallecido dos meses después de la conformación del espacio, en circunstancias que, denuncian, evidencian el abandono y la desidia de la obra social del IPS.
Olga Bordón de Ríos, viuda de Julio y también docente jubilada, relató: “A Julio le dio una bronquitis pulmonar. Se sintió muy mal y vino hasta un sanatorio privado, pero como era afiliado del IPS no había cama. El auditor del IPS no consiguió cama en ningún lado. Entonces fueron al hospital a ver si había un lugar. Ya habían pasado 48 horas. Por la obra social, que le descontaba $500 al mes -y que Julio casi no usaba, porque era un hombre sano-, se perdió mucho tiempo, muchas horas”. “Cuando fuimos al hospital”, continuó Olga, “la atención no fue buena. Estuvo un día en observación y recién ahí le mandaron a emergencia, cuando debían enviarle apenas llegó. Recién el día que falleció, apareció una empleada del IPS a preguntar por él. Así fue esta triste historia. Hoy me pongo a analizar: ¿No será que porque estábamos en la lucha, por ser él el presidente de la asociación de jubilados lo mandaron al muere?”.
Por su parte, Carlos Almeyda, actual presidente de Marea Blanca, expresó que la organización “no nació por una cuestión meramente salarial. Marea Blanca es el estandarte que enarbolamos para que en esta provincia se cumplan las leyes. Misiones es la única provincia que castiga a sus jubilados. Y aquí recordamos nuevamente a nuestro querido amigo y colega Julio Ríos. Por eso, nosotros sabemos, que si hubiera sido atendido en forma inmediata, tal vez hoy Julio Ríos estaría con nosotros. Por eso sentimos, por eso reclamamos, por eso estamos aquí. Porque no queremos que esto siga sucediendo”.
“Tristeza”
Vitalino Acosta, otro de los fundadores de Marea Blanca, manifestó: “¿Cuál es la sensación? ¿De alegría? No. Tristeza. De que un gobierno sea tan insensible, que haya permitido que durante un año, aun con lluvia torrencial, aun con los impedimentos físicos, los docentes jubilados estuvimos aquí en la plaza”. Y agregó: “La alegría en todo caso es el fortalecimiento de la lucha de los jubilados, que desde el último rincón de la provincia están manteniendo vivo este movimiento que lo único que apunta es, en definitiva, al bienestar de todos los jubilados. Con diálogo, porque Marea Blanca es un movimiento pacifista, lo tomamos de Mahatma Gandhi. Y por lo tanto queremos continuar en esa misma línea”.
Finalmente, una docente de la zona Norte de Misiones reflexionó: “¿Qué hacemos hoy los docentes jubilados acá en esta plaza? ¿Dónde tendríamos que estar? Estamos con una causa justa. Nos hemos jubilado con una ley que nos ampara con 82% móvil y esa ley no se está cumpliendo. No la estamos transgrediendo nosotros. Nosotros los docentes -porque fuimos y somos docentes- hemos estado en las aulas, hemos acunado como mínimo por tres décadas, a niños y jóvenes, enseñando no solamente a leer y escribir, sino también hablar y caminar. Hemos acunado también, en nuestras casas, a nuestros hijos. Y hemos enseñado, en las aulas y en nuestros hogares, que la base de la convivencia humana y social es el respeto. Y hoy, nosotros los jubilados sentimos que no estamos siendo respetados. No nos están respetando”.
* Periodista de la provincia de Misiones. Co-coordinador de revista superficie (www.revistasuperficie.com.ar)