Por Emiliano S. Karlos Cuadrado no sólo es el bajista de Malón. Se ha convertido en un referente del Heavy Nacional. En esta entrevista nos habla del presente de la banda y de lo que será la salida de un nuevo disco de estudio.
La mayor canallada del final de Hermética, allá por 1994, fue haber trasladado los conflictos internos de Iorio, Strunz, O’Connor y Romano al público, al movimiento metálico argentino en conjunto, encontrándose, como banda, en una clara expansión latinoamericana. El River-Boca de Almafuerte y Malón se instaló, confundió y dividió ridículamente a los seguidores de La H. La realidad del heavy nacional marca otra agenda: las divisiones estúpidas entre referentes, las declaraciones agresivas sin sentido hacia los integrantes de Malón (a las que Iorio nos tiene acostumbrados) no juegan, no tienen validez alguna en la nueva apuesta del género: resistir sin difusión desde la trinchera. Desde 2011, con la vuelta de Malón luego de 13 años de ruptura musical, la escena metálica local se proyecta a escala continental. Karlos Cuadrado es artífice de ese “Malón Mestizo” que actúa unificando a las hordas que todavía le cantan a La H. “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera”.
-El 18 de diciembre de 2011 Malón dio un show antológico de reencuentro y parieron, ya en 2012, un DVD, El regreso más esperado, y una gira latinoamericana. ¿Qué balance sacás de este reencuentro?
Es muy loco porque al principio la idea era juntarnos para tocar y darle el final que Malón merecía, porque en el mejor momento quedó en la nada. Pensamos: vamos a tocar, estamos grandes, las diferencias del pasado no influyen. Pero al toque nos empezaron a llamar para tocar, se dio también el show 360 [el 12 de mayo de 2012 Malón brindó un recital con un escenario en 360° en el Malvinas Argentinas] y la gira por Latinoamérica se hizo inevitable. Por ejemplo, el año pasado fuimos a países que nunca habíamos podido visitar. Lo increíble es cómo sabían de Malón, todo lo que habían escuchado sin que Malón tuviera actividad del 98 para acá. Lugares de 1500 personas llenísimos. En Costa Rica tocábamos temas de Hermética y la gente no se enganchaba, pedía nuestros temas.
-Qué loco, al revés quizás de lo que les pasa acá, ¿no? El público sigue pidiendo temas de La H.
No sé, no te creas. Pero sí, fue la mejor banda, lejos. No fui parte de Hermética pero me siento parte de esa historia. Pasa lo mismo con Malón, supongo, en la actualidad: los pibes no llegaron a escucharnos y estaban esperando a Malón, la vuelta, vernos en vivo.
-¿Y cuál es el diagnóstico del heavy en esos países que visitaron?
Mirá, de cada país me traje 6 o 7 discos de bandas locales. Y buenas bandas, con un sonido de puta madre, le ponen muchas fichas a lo que hacen. La pasión que le ponen a todo. Quizás las limitaciones económicas, ponele en Lima o en Nicaragua, son muchas pero hay una gran movida, el Heavy está muy vivo. Y nos hacen sentir que somos parte del puntapié de la movida en toda Latinoamérica. Si bien es cierto que por ahí te nombran a Rata Blanca, a Spinetta, a Soda Stéreo que son los que más llegaron, nos sorprende el efecto de nuestra música.
-El proyecto, evidentemente, superó esos recitales en el Malvinas y la gira porque van a sacar un disco nuevo, ¿verdad?
Es el próximo paso. Se prolongó porque nos salen shows todo el tiempo. Malón es un monstruo, te demanda todo el tiempo. Para el disco falta, las letras, en fin. El 16 tocamos en el Malvinas, el 23 en Rosario, después nos vamos a Colombia, a Perú, a un par de festivales. Pero la idea es llegar a fin de año con el disco, trabajarlo. Quizás aparezca algo acústico, estamos en esa pero no puedo confirmarte nada: no puedo decirte cómo estaba el asado si aun lo estamos haciendo.
-¿Depende mucho la subsistencia del heavy argentino de Malón, Almafuerte, Tren Loco, Horcas o hay bandas que van emergiendo, mostrándose?
Yo estaba alejado de la música, porque la realidad es que nunca dejé de laburar en la construcción, pero con este retorno me sorprendí con la cantidad de bandas que están saliendo y que hacen metal. La tecnología también ayuda un montón. Nosotros en aquellos años estábamos con el grabador mil horas sacando un tema de Black Sabbath, pero los pibes con la compu ganaron mitad de camino. Cualquiera te hace un disco de alta calidad. Aunque sacar un disco no es negocio, es difícil vivir de esto. Nuestro grano de arena es aportar al sueño de todos estos pibes, que haya más oportunidades para tocar en vivo.
-¿Creés que el mensaje de Malón sigue teniendo una responsabilidad hacia esos chicos, digo, como referentes?
Y mirá, en mi caso veo los pibes en la esquina de mi casa, todo el día pelotudeando, pegándole a los viejos, afanando. Y a veces paso y me dicen “ortiva, no te pongas la gorra”. Y eso me pone loco. ¡Hagan algo bueno! ¿Quieren laburar?, yo te doy laburo. Pero nadie quiere agarrar la pala. Hagan algo productivo. ¿Cómo haces para cambiar todo eso, el problema de la educación? Esos pibes no tienen ejemplos: si los padres no le enseñan a ponerse un forro, ¿me entendés? A los 6 años mi viejo me puso a estudiar folclore, no me decía andá a la esquina a tirar piedras. El mensaje del metal es el de la cultura del laburo, pero estos pibes escuchan esas mierdas. Te digo: la cumbia es el enemigo a vencer. Ahí hay parte de la mierda que vos ves en la calle.
-Bueno, justamente, Malón nace en pleno menemismo. ¿Hoy en día le siguen cantando a la misma resistencia, enfrentando con la música las mismas injusticias?
El heavy siempre da ese mensaje de resistencia. No te voy a mentir: sigue habiendo casos de gatillo fácil. Pero también hay que decir que el país cambió un montón Todo cambio tiene sus costos. Yo vengo de la época de los milicos, esa fue la peor. En mi familia, tuve a mi viejo perseguido, mi vieja delegada de una fábrica, ahí la pasamos mal. No sabemos aprovechar ahora la libertad que tenemos. Yo siempre laburé, soy un trabajador. En este país tenés que pelarte el culo, es así. Otra mierda, por ejemplo, es el consumismo que te trasmiten. El consumismo enfermo no tiene nada que ver con la realidad de los trabajadores.
-Volviendo al presente, ¿está todo saldado con Ricardo Iorio? ¿Se superó la antinomia Malón-Almafuerte?
Si él sigue echándole sal a las cosas es difícil. De mi lado, ya fue. Me he ligado de costado un montón de golpes. Hay que entender que Malón es otra banda, no es Hermética: yo no reemplacé a Iorio, esta es otra banda. Los problemas del pasado ya fueron. Nunca vamos a generar peleas y divisiones. Estamos en otro momento. Con el Tano Marciello y Beto Ceriotti [guitarrista y bajista de Almafuerte, respectivamente] fuimos vecinos, tocamos juntos, nos conocemos de siempre. Con ellos dos, por ejemplo, siempre estuvo todo bien. Entonces, insisto que es una pelotudez estar siempre con la misma pelea.
Próximas fechas de Malón:
16 de Marzo, Estadio Cubierto Malvinas Argentinas, C.A.B.A.
23 de Marzo, Willie Dixon, Santa Fe, Rosario.