Las polémicas obras del Metrobus duraron seis meses. Fueron inauguradas en el medio de un escrache a Macri por recortes presupuestarios y políticas antisindicales en la ciudad. Las obras para el servicio de transporte dejaron en evidencia el reclamo por mejor salud y educación pública. El oído sordo de los amigos.
Este miércoles la emblemática Av. 9 de Julio y el Obelisco se vestían de amarillo: globos y banderas con la insignia BA Metrobus y mucho personal de tránsito asistiendo a los peatones que se acercaban ante la falta de información sobre los colectivos afectados por la obra. Es que el PRO había organizado una inauguración cuasi acto de campaña con todos sus referentes políticos más visibles y candidatos para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), en lo que es la mayor apuesta de Mauricio Macri para ganar las elecciones de este año en Capital.
La obra del Metrobus que tuvo desde enfrentamientos por la tala de árboles con un amplio arco opositor, cuestionamiento por los montos desorbitados realizados en infraestructura y que generó el tránsito más lento de los últimos seis meses en una de las principales arterias porteñas, tuvo su inauguración. Fue con un escrache de organizaciones sociales y trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires a Mauricio Macri por el recorte presupuestario, la desinversión en educación y salud pública y la persecución antisindical en el Estado.
Un futuro escrachado
La ceremonia en la estación Teatro Colón del Metrobus comenzó con retraso y tuvo como asistentes obligatorios al propio jefe de Gobierno, Mauricio Macri, la actual vicejefa, María Eugenia Vidal, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y los candidatos a las PASO, Gabriela Michetti y Sergio Bergman, entre otros.
Lo que sucedió es que los estaban esperando trabajadores “precarizados” del gremio ATE del Gobierno de la Ciudad y organizaciones sociales, como el Frente Popular Darío Santillán, quienes escracharon al jefe porteño y denunciaron mediante un comunicado “que este proyecto de Ciudad PRO precariza la vida y el trabajo, vulnera derechos y se sustenta en una lógica empresarial y privatista que utiliza el Estado para agrandar los negocios de los sectores concentrados de la economía”.
Mientras el jefe de gobierno se refirió al Metrobus como “el sistema del futuro”, el escrache llevó pancartas y cantos que reclamaron desde el vaciamiento que la gestión lleva adelante en los programas y servicios de salud, educación y la ausencia de regularización en los contratos de trabajo de sus empleados municipales. En tanto “Macri inaugura el Metrobus, los hospitales porteños paran debido al recorte de salario, la falta de insumos y presupuesto, porque hay abandono y desfinanciamiento”, dijo Patricio Villani, delegado de ATE del Ministerio de Desarrollo Social.
Fue inmediato el despliegue de militantes y simpatizantes del PRO a la zona de la inauguración. Como en un operativo de de seguridad, Macri atrasó su llegada a los andenes, porque ya había sido lanzado el escrache, un grupo numeroso de militantes PRO rodearon a su jefe político, dejando atrás a quienes sostenían las pancartas del reclamo. En ese momento se prendió la cámara. Ni los militantes ni el noticiero en vivo pudieron sin embargo impedir ni tapar los cánticos en su contra.
También el arco opositor kirchnerista salió al cruce el día de la inauguración. El candidato para senador por el FPV por la Ciudad de Buenos para las PASO, Daniel Filmus dijo que “todo el desbarajuste y el caos de tránsito” que ocasionó la obra de Metrobus “tuvo claramente un fin electoralista” y agregó que la idea “fue una recomendación de Durán Barba” al mandatario porteño. Insistió en que el modo de solucionar el problema del transporte en la Ciudad es un trabajo conjunto con el gobierno nacional y el provincial.
“Una transformación histórica”
Diecisiete estaciones y once líneas de colectivos circularán a partir de ahora por los carriles exclusivos que se destinaron al emprendimiento entre Retiro y Constitución, cuyo objetivo desde el gobierno de la Ciudad fue aliviar el tránsito en la 9 de Julio y beneficiar a 200 mil personas. Los usuarios completarán el trayecto entre San Juan y Arroyo en 14 minutos, según informó la subsecretaría de Transporte porteño. La obra incluyó además la reestructuración de la Plaza de la República y los canteros centrales.
Se trata del mismo gobierno que tiene a más de 500 mil personas que sufren problemas habitacionales graves sin destinar ninguna política seria; más de 10 mil trabajadores del gobierno de la Ciudad precarizados y tercerizados que perciben un salario menor a la mitad de la canasta básica; falta personal atendiendo en los hospitales y centros de salud, así como no se construyen nuevos establecimientos, ni se invierte en equipamiento; se desfinancia la educación pública mientras aumenta el presupuesto destinado al sector privado.
La política del vaciamiento ha dejado sus huellas a lo largo del año con episodios ya conocidos por la población, la campaña de cara a las PASO es un intento más por construir una Ciudad para unos pocos, y olvidar a unos cuantos muchos.