Pasados 3 meses de la Masacre de Once y posterior intervención de TBA, el Gobierno anunció la rescisión del contrato con la empresa. La línea pasa a control de un organismo mixto entre el Estado, Metrovías y Ferrovías.
Durante una breve conferencia de prensa este mediodía, el Ministro de Planificación Julio De Vido anunció la rescisión del contrato con la empresa TBA. De esta manera las líneas Sarmiento y Mitre pasan a control de una Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria -UGOFE-. El organismo estará conformado por la CNRT, la Secretaría de Transporte y las empresas Roggio –Metrovías- y EMEPA – Ferrovías-.
A 3 meses del hecho que dejó más de 50 muertos y centenares de heridos, y tras la intervención a la empresa TBA que duró 90 días, el argumento de De Vido para realizar ahora la rescisión es que “el momento adecuado es este si no lo hubiéramos tomado en otra oportunidad”.
El eje principal de la rescisión es “un informe que, sumado a toda la información producida por la CNRT generaron la base de sustentación de lo que plantea este decreto”, según manifestó De Vido.
Como era de esperarse, la mayoría de los dirigentes y referentes del kirchnerismo hicieron hincapie en lo positivo de la medida. Algo en lo que coincidieron dirigentes de distintos sectores políticos, aunque al mismo tiempo hicieron conocer sus críticas por la iniciativa.
El cuerpo de delegados del Ferrocarril Sarmiento celebró la decisión como “un gran triunfo de la lucha que vienen llevando adelante los ferroviarios”, pero advirtió que solamente “es un primer paso” y una “medida insuficiente”. Agregaron que “el Gobierno estuvo obligado a rescindirle la concesión TBA después que intentó salvar a la empresa hasta último momento, entregándole subsidios millonarios incluso después de la masacre” de Once.
Según Fernando ‘Pino’ Solanas, diputado de Proyecto Sur: “La Presidenta sigue apresada en el modelo menemista de las concesiones. Es una burla a todos que hayan pasado tres meses para quitarle la concesión de TBA a los Cirigliano”.
Sergio Abrevaya, presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad, sostuvo que “era hora que el Gobierno le quite la concesión a TBA. Mucho antes de la tragedia de Once debería habérsela quitado, por incumplimiento de contrato e inseguridad del servicio y por falta de inversión”.
Hace unas semanas eran los malos
Hace apenas un par de semanas atrás, De Vido y Tomada encabezaban una conferencia de prensa donde criticaron fuertemente al Grupo Roggio. El mismo que hoy se incorpora a la UGOFE de las líneas Sarmiento y Mitre.
De Vido interpretó como una “amenaza a los usuarios” los términos en que Metrovías había planteado entonces el problema salarial en una carta al Gobierno de la Ciudad y le advirtió al Grupo Roggio que iba a investigar los contratos que actualmente tiene vigentes.
“No es cierto que el Grupo Roggio no tenga recursos para pagarlos”, enfatizó el ministro de Planificación, y recalcó que “el operador no puede cortar el servicio” bajo ningún concepto.
Un día después de esos episodios, que los ministros denunciaran que Metrovías “amenaza a los usuarios con la suspensión del servicio” en vez de atender los reclamos de los trabajadores, el sindicalista Claudio Dellecarbonara denunció que “Metrovías vacía la empresa” y añadió que “los gobiernos nacional y porteño permiten que esto pase”.
En misma sintonía, con la flamante medida anunciada, los trabajadores del Sarmiento recordaron que “el gobierno echó a TBA pero entregó el Sarmiento y el Mitre a empresarios negreros como Metrovías (Grupo Roggio), que viene prestando un servicio deplorable en el subte; y a Ferrovías, que viene gestionando el Roca, Belgrano Sur y el San Martín con Metrovías de la misma manera”.