Por Julia Varela. Carlos Artaza fue asesinado por cinco balazos en el municipio de Pedro Juan Caballero, mientras volvía de la caravana que festejaba el triunfo del gobernador liberal Pedro González.
Carlos Artaza era fotógrafo, trabajador del área de prensa del municipio de Pedro Juan Caballero y tenía 45 años. El miércoles a la noche, volvía de la caravana que festejaba el triunfo del gobernador liberal Pedro González y fue asesinado de cinco tiros. Ya son doce comunicadores asesinados desde la vuelta de la democracia paraguaya en 1989 hasta el día de hoy.
Pedro Juan Caballero es la capital del departamento de Amambay, en plena zona de frontera con Brasil. Pocas cosas de las que suceden en la frontera, llegan a conocerse. Según el periodista Arístides Ortiz, allí “la delincuencia organizada que trafica drogas, fundamentalmente, y armas territorializó el largo corredor limítrofe entre Brasil y Paraguay denominada ‘frontera seca’. Esta territorialización significa ocupar espacio geográfico y ejercer sobre él poder militar y económico real. Un ejercicio de poder que es terrestre, pero también aéreo.”
La noche del miércoles, Carlos Artaza volvía a su hogar después de festejar el triunfo del gobernador liberal Pedro González y fue asesinado de cinco tiros. La policía le había advertido al gobernador electo que “no se mezclara con la gente”, porque esa noche podrían atentar contra su vida.
Todavía no se sabe con certeza si los cinco disparos que asesinaron al periodista fueron ejecutados desde dentro o fuera del auto que este manejaba. Pero Artaza fue asistido en la ciudad y el jueves fue trasladado a Asunción para realizarle una cirugía de tórax.
La directora de la Red de Urgencias del Ministerio de Salud, Liza Samudio, dijo que no hubo una comunicación entre el centro de asistencia de Pedro Juan Caballero y la capital paraguaya, que avisara que se encontraba en camino, como el protocolo lo indica en casos de emergencias. El periodista llegó muerto a la Red de Emergencias Médicas tras ser trasladado 300 kilómetros vía terrestre, en vez de haber utilizado transporte aéreo.
Internas
Fuentes paraguayas sostienen que en Amambay había una interna entre dos tendencias del Partido Liberal Radical Autónomo (PLRA), en la que Robert Acevedo y Pedro González se disputaban la gobernación.
El diputado Juan Bartolomé Ramirez sostuvo que Acevedo y el periodista asesinado mantenían una “enemistad manifiesta traspasada al ámbito judicial” y según el ex gobernador del departamento, Ricardo Sánchez, el asesinato del periodista “es un mensaje” para Pedro González.
“La mafia sigue matando periodistas, sin solución de continuidad, con impunidad. Allí donde más desprotegidos se encuentran, en el interior. Los últimos tres o cuatro casos de asesinatos de periodistas desde la emblemática muerte de Santiago Leguizamón se produjeron en el interior del Paraguay. Conozco la tarea del comunicador en el interior del país. Conozco lo que significa cuestionar y criticar a autoridades, muchas de ellas ligadas a las mafias regionales, con las que terminas cruzándote todos los días en la misma calle, en el mismo vecindario, en el mismo evento, en la escala de los pueblos y ciudades del interior. Sólo los que vivieron la tarea de corresponsales saben lo que significa estar a 500 kilómetros de una redacción y de la capital donde funciona el poder, o en todo caso, la protección”, sostuvo Augusto Dos Santos, periodista y ex Ministro de la Secretaría de Información y Comunicaciones (SICOM) del gobierno de Fernando Lugo.