Por Guido Turdera. Pedro Brieger es sociólogo, periodista y especialista en política internacional. Conduce Visión 7 Internacional en la TV Pública y el radial “Juguemos en el Mundo” en AM 750. Es titular de la cátedra “Sociología de Medio Oriente” en la UBA. Hace días lanzó Nodal, un portal dedicado a América Latina. Marcha lo entrevistó sobre su larga trayectoria profesional.
“Nos encontramos en la entrada de la calle Tagle a las 19 horas” nos escribió días antes vía mail. Brieger se refería a la puerta principal de Canal 7, donde una hora más tarde participará del noticiero televisivo como columnista de la sección Política Internacional. Llega desde el lado de la Avenida Figueroa Alcorta, a paso apurado. Nos estrecha la mano mientras y de repente nos hallamos del otro lado del molinete de entrada. Que si tenemos grabador que lo saquemos ahora, así vamos haciendo la entrevista, sugiere. A lo largo de anchos pasillos adornados por utilería en desuso y restos de escenografías, comenzamos el recorrido.
– ¿Cómo comenzó tu formación de sociólogo?
Viví en Israel muchos años. Allí estudié Sociología y Ciencia Política aunque no las terminé. Recién en el año 89 volví a Argentina, estudié en la UBA y me recibí en Sociología.
– ¿Y respecto a tu trayectoria en tanto periodista?
Siempre me gustó el periodismo. No recuerdo exactamente cuándo pero al principio empecé por ofrecer notas a diferentes medios. Venía de vivir afuera y no tenía muchos contactos. De a poco comencé a publicar en algunos lugares, aunque siempre escribí notas de opinión. Si bien en un primer momento escribí mucho sobre el Medio Oriente, en realidad, yo estaba muy metido en la realidad latinoamericana escribiendo un libro sobre Nicaragua.
– El libro “A dónde va Nicaragua”, ¿cierto?
Exacto. Para aquella época, me encontraba escribiendo algunos artículos sobre Nicaragua y el sandinismo en algún que otro medio. Pero lo que provocó mi salto hacia el periodismo fue la Guerra del Golfo en 1990, cuando Saddam Hussein invadió Kuwait junto a la ofensiva militar estadounidense en febrero del 91. En ese momento, nadie sabía nada sobre lo que estaba pasando allí. Como soy muy cara dura, me acerqué a algunos medios y les dije que yo conocía lo que sucedía, que yo entendía del tema porque lo venía estudiando desde antes. Así empecé a meterme.
– ¿A partir de allí es que te fuiste especializando en el estudio de Medio Oriente?
Al Medio Oriente lo venía siguiendo hacía años, justamente por haber vivido 11 años en Israel. Sin embargo, en ese entonces trabajaba sobre América Latina. Lo que pasó fue que la realidad me fue llevando otra vez hacia el Medio Oriente, porque estos acontecimientos me sacaron del estudio latinoamericano. Es decir, si hubiera habido un estallido en Australia, por ejemplo, yo no hubiera podido decir nada. Pero la caída del Muro de Berlín en el 89 y todo lo que implicaba el bloque soviético lo conocía bastante bien. Igualmente, también se dio una conjugación de factores. En mi vida hubo muchas coincidencias. Que mis viejos hayan nacido en Alemania o el gusto por los idiomas y los viajes me llevaron a tener una mirada muy importante sobre Europa e interesarme mucho sobre lo que pasaba en el resto del mundo.
– ¿Cómo haces para trabajar en televisión, en radio, escribir y ser docente al mismo tiempo? Y en este sentido, ¿cómo se articula tu formación sociológica con la periodística?
Son dos cosas diferentes. Por un lado, la formación sociológica fue fundamental porque llegué a los medios desde un lugar distinto: el análisis. Sobre la articulación que vos planteas, hoy en día es sencilla de explicar: tanto en radio, televisión o cuando escribo, trabajo sobre temas que son muy similares, por lo que los continúo en un lugar y en otro. Por ejemplo, si estoy en la radio, hablo sobre Turquía. Si estoy en la televisión, también hablo de Turquía y si escribo, puedo escribir sobre Turquía.
– Respecto del debate que atraviesa el mundo mediático actualmente en nuestro país, ¿cómo entendés el rol del periodista en estos tiempos de polarización en los medios?
En realidad, me hallo un poco afuera de todo ese debate ya que me dedico a temáticas internacionales. Si bien no soy parte de esta discusión que se está dando, creo que la polarización ha llevado a que sea muy difícil debatir desde un lugar de sensatez: hay más acusaciones cruzadas que debates reales.
– Ignacio Ramonet se refiere en su libro La explosión del periodismo al aumento de la concentración de los grandes grupos mediáticos a escala global durante las últimas décadas. ¿Te parece que esto se dé efectivamente?
Claro que sí. Aquello que se anunció en su momento con el Informe McBride hace 40 años atrás se mantiene hasta el día de hoy. En líneas generales, si bien hay nuevos fenómenos mediáticos como Al-Jazeera o TeleSur que son importantes, sigue habiendo una concentración en los medios europeos y norteamericanos que es indudable.
– ¿Crees que grupos como TeleSur o Al-Jazeera pueden llegar a impugnar estos modelos hegemónicos?
Los cuestionan. Creo que estos medios los interpelan y los obligan a tomar otras posturas. Por ejemplo, en el caso de Al-Jazeera, se fuerza a las cadenas internacionales a cubrir un conflicto en tierras árabes mandando periodistas árabes, algo que no sucedía anteriormente.
– Ya que te desempeñaste en tantas ramas de lo mediático, ¿existe algo que te gustaría hacer que todavía no hayas probado?
¿La verdad? No lo sé. Por afuera de los medios, sí. Pero tengo tantas inquietudes que no voy a llegar nunca a realizarlas en mi vida. Entre ellas, escribir ficción.