Empiezan a llegar a Brasil los primeros médicos extranjeros prometidos por el gobierno luego de las manifestaciones de junio. La medida, sin embargo, no agradó a la oposición de derecha y médicos brasileños vuelcan su furia hacia los cubanos.
“Quiero hospitales que sigan el patrón FIFA”, decían muchas de las pancartas que los brasileños llevaron a la calle durante el periodo de intensas movilizaciones que vivió el país el mes de junio. La crítica al Sistema Único de Salud (SUS), como es llamado el sistema universal de salud pública en Brasil, llevó el Ejecutivo Federal a crear el programa “Más Médicos”, cuyo principal objetivo es expandir el número de profesionales de la salud que actuan en el país.
La medida más polémica del programa es el estímulo a la llegada de médicos extranjeros, en carácter de urgencia. El gobierno federal estima que serán necesarios 15 mil médicos para abastecer la actual demanda brasileña.
Según información del Ministerio de la Salud, Brasil posee un promedio de 1 médico cada mil habitantes, índice menor que el de Argentina (3,2), Uruguay (3,7), Reino Unido (2,7), Portugal (3,9) y España (4). Cuba cuenta con un promedio de 6,7.
La falta de médicos se hace sentir sobre todo en el interior del país. Veintidós Estados brasileños están debajo del promedio nacional, cinco de ellos con menos de un médico cada mil habitantes: Acre, Amapá, Maranhão, Pará y Piauí. Todos están ubicados en las regiones norte y noreste del país. Sin embargo, aún en ciudades del interior de San Pablo, el promedio es bajo.
El programa también busca crear 11.500 nuevas vacantes en las facultades de Medicina hasta 2017. Además, todos los médicos deberán actuar dos años en el SUS para recibir sus diplomas, otra medida que desagradó a los médicos del país.
En ese sentido, el gobierno federal anunció que destinará 7 mil millones y 400 mil reales (19 mil millones de pesos) para la construcción de 818 hospitales, 601 Guardias y 16 mil Unidades Básicas (locales donde se atienden pacientes con enfermedades poco complejas y de fácil tratamiento).
El programa
Según el Ministerio de Salud, el destino de los profesionales que participen del programa “Más Médicos” serán algunas de las 1557 ciudades brasileñas que necesitan médicos en carácter de urgencia. La mayor parte son ciudades pobres o con por lo menos un 20% de su población viviendo en malas condiciones. Entran en la lista ciudades con población mayoritariamente indígena.
Cada médico cobrará una beca mensual en el valor de 10 mil reales (25 mil pesos) y tendrá un contracto de tres años que podrá extenderse por otros tres.
Las inscripciones fueron abiertas a comienzos de julio y la prioridad fue dada a médicos con diplomas emitidos en Brasil. Después, fueron aceptadas las inscripciones de médicos brasileños con diplomas de universidades de otros países.
Sin embargo, solamente 10% de la demanda fue atendida, lo que llevó el gobierno a firmar un acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las Américas para garantizar la llegada de médicos extranjeros. Según lo acordado, 4 mil médicos cubanos llegarán a Brasil hasta el fin de 2013. Después de los cubanos, españoles y portugueses lideran la lista de interesados en ocupar las vacantes.
De acuerdo con lo definido entre el Ministerio de Salud de Brasil y la OPS, los médicos extranjeros no tendrán que revalidar su diploma para ejercer la profesión en el país durante los tres años. Gran parte de las entidades representativas de médicos -colegios, sindicatos, etc.- se posicionaron en contra de la flexibilización.
Otro punto que generó polémica y gran rechazo por parte de la oposición por derecha al gobierno es que los médicos cubanos no cobrarán directamente la beca de 10 mil reales, sino que las mismas serán enviadas al gobierno cubano por medio de la OPS. El gobierno de la isla, a su vez, entregará a sus médicos parte de la beca. De acuerdo con el Ministerio de Salud, el 70% de los cubanos irán a las regiones Norte y Noreste del país.
Solidaridad
La oposición acusó al gobierno de financiar el gobierno socialista en Cuba y de explotar la mano de obra médica cubana, ya que recibirían un sueldo inferior al de sus colegas brasileños o mismo de otras nacionalidades que participen del programa.
“Esa situación ocurre en todo el mundo, en las más de 50 cooperaciones que el Ministerio de Salud de Cuba hace”, afirmó Alexandre Padilha, ministro de Salud brasileño, que señaló la credibilidad de la OPS y la legalidad del acuerdo.
La polémica generó el pasado lunes 26 de agosto una protesta de un grupo de médicos brasileños en la ciudad de Fortaleza, donde los primeros médicos extranjeros iniciaron un curso preparatorio. El mismo durará tres semanas y, entre otros temas, tendrán clases de portugués y charlas sobre el sistema de salud brasileño y sobre las regiones a las cuales irán.
A los gritos de “esclavos”, los médicos cubanos salieron asustados, pero reafirmaron su compromiso. “Esclavo de la salud y de los pacientes enfermos, por el tiempo que sea necesario”, dijo Juan Delgado al diario Folha de S. Paulo.
Un día después, al salir del mismo curso, los cubanos se encontraran con otros gritos. “Cubano, amigo, el pueblo está contigo”, cantaban representantes de movimientos sociales que también les llevaron flores y demostraron su gratitud por la solidaridad.
“Estamos seguros, confiamos en el pueblo brasileño y tenemos una tarea que vamos a cumplir”, afirmó el cubano José Armando Molina, que cree que las protestas de lunes fueron realizadas “por una minoría”. “Hoy [por el martes] fue el día más lindo desde que llegamos al Brasil. Vimos que el pueblo brasileño es hermano. Estamos acá para trabajar por el pueblo”, finalizó.
La presidenta Dilma Rousseff criticó la actitud de los médicos que fueron a protestar. “Es un inmenso prejuicio eso que está siendo dirigido hacia las cubanos. Es importante decir que los médicos extranjeros, no sólo los cubanos, vienen al Brasil para trabajar donde los brasileños que se recibieron acá no quieren trabajar”, dijo.