Presentamos la segunda entrega de la encuesta que Marcha le realiza a los escritores argentinos contemporáneos sobre política y literatura en nuestro país. En esta ocasión responde Aníbal Jarkowski*.
1. ¿Considerás que tus búsquedas literarias, tanto al escribir como al leer, se corresponden con búsquedas políticas de algún tipo? ¿Por qué?
-Entiendo que sí, pero sólo en segundo o tercer términos. Tal vez la obra de Viñas fue la última que me interesó en términos fuertemente políticos. Mis preocupaciones primordiales son estéticas (y cada vez más). Así como hay gente hechizada, yo soy un lector poseído por Borges y Saer.
2. ¿La literatura argentina actual ofrece o intenta ofrecer respuestas e intervenciones sobre problemas y acontecimientos de la Argentina contemporánea? ¿En qué casos y de qué modos?
-Sin duda que sí; pero por razones profesionales puedo leer sólo pocas cosas muy “contemporáneas” y las elijo con cuidado. La literatura “barrial”, o las fuertemente centradas en el mundo virtual o en el “confesional”, o las conozco muy mal o no me interesan como objeto ni de lectura ni de estudio.
3. En esta línea de pensar vínculos posibles entre política y literatura, ¿que autores nacionales rescatas o están entre tus lecturas?
-Tres casos primordiales para mí son las obras de Gustavo Ferreyra, Miguel Vitagliano y Martín Kohan, en su relación con el presente y los problemas nacionales. Los sigo con mucha atención. También me interesan las relaciones entre política y literatura en el discurso crítico.
* Nació en Lanús en 1960. Es docente en la escuela secundaria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ha publicado las novelas Rojo amor, Tres y El trabajo.