De Liniers Boca se llevó un empate ante Vélez (0-0) y sigue con una considerable ventaja de ocho puntos sobre Racing, su próximo rival, en la cima del Apertura y faltando sólo cinco fechas. En las tribunas no hubo jefes pero sí barras.
Tuvo un penal a su favor y no lo aprovechó. No tuvo grandes momentos de fútbol, como en los últimos partidos ante Atlético de Rafaela y Colón, pero tampoco fue superado por su rival. Con la contundencia defensiva que lo caracterizó durante todo el torneo, gracias a la seguridad de Agustín Orión, Boca se llevó un punto de Liniers y, con ese 0-0 ante Vélez, sigue con una ventaja muy importante en la punta del torneo Apertura. El xeneize le lleva ocho puntos a Racing cuando faltan 15 por disputarse y justamente la próxima fecha, dentro de dos semanas, deberá medirse ante el equipo de Diego Simeone, que viene de ganarle 1-0 a Argentinos.
“Sabíamos que teníamos un compromiso complicado, el rendimiento del equipo fue bueno en la búsqueda del partido, así que uno está tranquilo. Cuando no se puede ganar, es bueno llevarse el empate”, señaló Falcioni al finalizar el encuentro.
Además, Boca alcanzó los 24 partidos invicto y está a solo dos del segundo record histórico en el profesionalismo, que data de 1944. El primero corresponde al equipo de Carlos Bianchi, con 40 encuentros entre 1998 y 1999.
Sin la presencia de Nicolás Blandi, goleador en los dos partidos anteriores, Falcioni apostó por el juvenil Sergio Araujo. En la primera etapa, Boca manejó la pelota a su criterio y tuvo las mejores chances frente al arco de Germán Montoya. La primera fue a los 15 minutos tras un pase de Clemente Rodríguez a Mouche, que picó la pelota por encima de la red. Pocos minutos más tarde, Schiavi cabeceó luego de un centro de Mouche y Montoya tapó con esfuerzo al córner.
La jugada clave, quizás polémica, llegó a los 34 minutos, cuando Araujo le robó el balón a Cubero y lo acomodó con su mano izquierda sin que el árbitro Héctor Baldassi pudiese percatarse. En su camino hacia el área, el juvenil delantero se abrió paso hasta que fue tumbado por Cubero desde atrás. Baldassi cobró penal y parecía que Boca empezaba a trasladar al resultado su dominio territorial. Sin embargo, Schiavi se hizo cargo del tiro desde los 12 pasos con un remate débil y al medio del arco, que Montoya rechazó con sus piernas.
Esta situación desperdiciada golpeó en el ánimo del xeneize, queno volvió a preocupar a Montoya hasta bien entrado el segundo tiempo. En esa etapa final, Vélez desplegó un juego más atrevido gracias al trabajo de Víctor Zapata y al posterior ingreso de Augusto Fernández. Pero cada vez que se arrimó al área rival, Orión mostró las razones por las que sólo recibió tres goles en el torneo: primero le tapó un remate a David Ramírez y luego un cabezazo a Ezequiel Rescaldani.
El empate pareció justo por el desarrollo del juego de ambos en cada tiempo y Boca se fue conforme, ya que sigue con una ventaja importante en su camino al título del Apertura, y pensando en el decisivo choque ante Racing en La Bombonera.
Sin jefes, pero con barras
Ni Mauro Martín, actual jefe de la barrabrava de Boca Juniors, ni Rafael Di Zeo, se acercaron al Estadio José Amalfitani para intentar ingresar, pero sí hubo un grupo de barras de segunda y tercera línea que logró entrar.
Tanto Martín como Di Zeo tuvieron que abstenerse de concurrir a la cancha de Vélez debido a las medidas restrictivas que resolvió aplicar la jueza Carla Cavalieri, tras el pedido del fiscal Walter López. Ninguno de los dos jefes mafiosos podrá asistir a algún estadio del fútbol argentino mientras dure la investigación por los hechos ocurridos durante el desarrollo del juego entre Boca y Atlético de Rafaela.
Además, el Comité de Seguridad dispuso que para el cotejo ante Vélez entraran los 2000 socios de Boca autorizados por ranking, quedando excluidos aquellos que tuvieran antecedentes policiales o de mala conducta en los espectáculos futbolísticos. Sin embargo, un grupo de aproximadamente 70 barras entraron al estadio, ocuparon el sector central de la cabecera visitante y hasta se pararon sobre los paraavalanchas para alentar. Se los vio sin bombos ni elementos que los identificara como grupo, aunque se sabe que pertenecen a la facción de Martín.