Por Mariela Velardez. Muchas mujeres resistían las cenizas que violentamente el viento traía, atentas a las voces latinoamericanas que la Radio Abierta invitaba escuchar en el Centro Cívico de la Ciudad de Bariloche. El sol resistía, el mediodía resistía.
Nos sentamos a charlar con Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga, y con Natacha, amiga de la familia; quienes participaron del XXVI Encuentro Nacional de Mujeres.
Mónica está atenta, activa. Nos cuenta que este año participa del taller Mujeres frente a la pérdida de las hijas e hijos y familiares y que la experiencia le resulta enriquecedora: “hablamos de cómo se vive, como se lucha, como se enfrentan… las problemáticas de cada una. Está bueno, porque este es un espacio donde una puede desahogarse, donde nadie te dice como tenes que sentir, donde podés sacar de adentro cosas reprimidas… por ejemplo, yo creo que todavía no he podido llorar a Lu de la forma en que yo he querido.”
Este Encuentro es el segundo de la mamá de Luciano, desaparecido desde el 31 de enero de 2009, en Lomas del Mirador. La última vez que se lo vio con vida fue en el destacamento de esa localidad, ensangrentado y golpeado.
Natacha López Bianchi, quien acompaña a la familia desde el inicio del caso, nos explica que la causa está aún caratulada como búsqueda de paradero y que no se pudo hacer nada con eso: “todo sigue igual, aunque ahora estamos abocados en el cierre del destacamento, que es uno de los lugares donde estuvo Luciano –porque también estuvo en la 8va- estamos en las tratativas con la municipalidad, creemos que para fin de año, o principios del que viene lo vamos a poder tener, es una de las pautas principales desde que empezó la lucha por Luciano; para poder tener un lugar para los pibes del barrio, con talleres, un espacio de contención al que también se puedan acercar los padres… y sobre todo teniendo muy en claro en el horizonte que no se vuelva a repetir lo de Luciano. Para nosotros es importante el cierre del destacamento, es para sentar precedente… es una forma de que realmente se hagan cargo de la desaparición de Luciano, más que nada políticamente”.
Que la causa este caratulada como “búsqueda de paradero”, implica que no haya imputados directos por la desaparición de Luciano, sino por causas que se desprenden de ésta, como por ejemplo la de los dos policías acusados de “encubrimiento”, por irregularidades en los libros de detención que se encontraban en el destacamento. Los demás policías que estaban en el lugar, están en la causa como declarantes.
Vanesa Orieta (hermana de Luciano), el premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Pablo Pimentel de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, los abogados Juan Manuel Combi y Damián Piraino, junto a Familiares y amigos; se reunieron con el Intendente de la Matanza, Fernando Espinoza, quien dejó la promesa del cierre del destacamento. Sin embargo se hizo el silencio. Por eso en el mes de septiembre se realizó un acampe de tres días en el barrio. Natacha explica: “Nos dimos cuenta que nos sirvió más que nada para la difusión de la causa, porque caímos en que muchos vecinos no sabían lo de Luciano, no sabían bien quien era; esos tres días nos sirvieron para explicarle a la gente, porque el vecino común de La Matanza no puede creer que la policía haya hecho eso con Luciano, de desaparecerlo”.
Mientras la música suena en el aire y las centenares de mujeres caminan por la plaza del Centro Cívico, Mónica le pone palabras a los sentires: “la lucha es más difícil, todo es más difícil. Tener que buscar a tu hijo, no saber dónde está, donde lo dejaron, estar a la expectativa todos los días de tu vida de que hoy puede ser el día… para mi es mucho más difícil, pero no imposible: se sigue luchando igual”.