Por Ramón Raggio. En vísperas del juicio por la causa del triple crimen de Barrio Moreno volvieron a escena los proyectiles narcos. Una provincia caliente que va por el tercer recambio de jefe policial mientras siguen los muertos. Entre ellos “El Hijo del Quemado” Rodríguez, asesinado de un tiro en la cabeza.
La semana pasada había recibido un balazo en una pierna. Caminaba en muletas cuando el tiro le entró en la cabeza. A los 26 años Maximiliano “El Hijo del Quemado” Rodríguez murió en el acto en la esquina de Corrientes y Pellegrini, durante la tarde en pleno centro de Rosario.
Por días Rodríguez no engrosó la lista de más de 20 homicidios que tuvieron lugar en la ciudad durante enero.
La cifra produce alarmas. Se registra un incremento mayor al 30 por ciento de casos respecto del mismo mes del año pasado. Solo en 2012 en Rosario hubo 182 homicidios: una tasa que llega a triplicar la media nacional.
Rodríguez estaba en libertad desde fines del año pasado. La Justicia santafecina entendió entonces que la causa que lo tenía en prisión no correspondía, bajándole la imputación. La figura original de tentativa de homicidio doblemente agravado por uso de armas de fuego en el ataque a Facundo Osuna quedó reducida a lesiones graves, permitiéndole ser excarcelado.
“El hijo del Quemado” formaba parte de la banda que participó en el triple asesinato de Barrio Moreno, donde fueron muertos a manos de sicarios los jóvenes “Mono” Suárez, “Patom” Rodríguez y Jeremías Trasante.
El trágico episodio de enero de 2012 se desencadenó por el ataque a Osuna donde participó Rodríguez, hecho por el que luego fue baleado motivando una vendetta en Barrio Moreno. Por esa causa continúa en prisión “El Quemado” Rodríguez.
Con la muerte del “Hijo del Quemado” ya son dos los muertos antes de que comience el juicio por el triple crimen del barrio de Moreno. Se suma a eso la balacera que recibió “Keko” Suárez, hermano del “Mono”.
Además el asesinato se da en un momento muy caliente para la gestión socialista.
En el día de ayer se dio a conocer la designación del nuevo jefe de la policía santafesina, Omar Odriozola.
En cuatro meses, se trata del tercer recambio en la cúpula de la fuerza. Sus antecesores, Tognoli y Sola fueron removidos investigados en causas por conexiones con el narcotráfico y hechos de enriquecimiento ilícito.
Desde la oposición a la gestión oficialista criticaron fuertemente la situación de la provincia en seguridad. A punto tal que en el día de ayer, en declaraciones a un matutino radial, Sergio Berni –secretario de seguridad de la Nación- salió al cruce y señaló que Bonfatti “no puede hablar de lucha contra el narcotráfico”.
Las organizaciones políticas y sociales del distrito también se muestran escépticas. Al asumir Odriozola afirmó ante la prensa que habrá una “continuidad en las gestiones”.
Sólo en lo que va del año cuatro militantes fueron asesinados. En todos los casos intervinieron grupos narcos armados y los familiares de las víctimas denunciaron protección de la policía.