Por Patricio Feldman. Hace más de dos años, la cultura Triqui sufre el asedio de los grupos paramilitares, las victimas superan el centenar de personas. La resistencia y lucha por la autonomía sigue en pie a pesar de las balaceras y los asesinatos.
Desde el 20 de Enero del 2007, el pueblo Triqui, junto a 10 comunidades indígenas, instauraron el Municipio Autónomo de San Juan Copala, ubicado al extremo occidente del estado de Oaxaca, en el centro del municipio de Santiago Juxtlahuaca.
Desde entonces, las balas de los fusiles de asalto AK-47, R-15 y M-16 no paran de sonar, los paramilitares no dejan entrar ni salir a nadie. Ya se retiraron el Ejército y la Policía.
La localidad, hoy de 700 habitantes, tenía hace más de cinco años 1200 habitantes, el presidente autónomo entrante Jesús Martínez Flores es uno de los blancos predilectos de los grupos armados. Se suman la iglesia, las escuelas y la oficina de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Basta caminar por las calles para observar los cartuchos tirados.
Los paramilitares, conocidos como la Unidad para el Bienestar de la Región Triqui (Ubisort), están afiliados al Partido Revolucionario Institucional (PRI), organización que encabeza Rufino Juárez Hernández, discípulo del ex secretario de Gobierno de Ulises Ruiz (ex Gobernador de Oaxaca), Evencio Nicolás Martínez.
A partir del 2010, estos grupos armados cortaron la electricidad, las líneas telefónicas, y los ductos de agua potable. Impiden la llegada de alimentos y medicinas. Sin embargo, el pueblo Triqui resiste y se niega abandonar el territorio.
Al Ubisort, se suma el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), que también cuenta con el apoyo del aparato político-estatal que responde a Ulises Ruiz. Un desprendimiento de esa organización originaria, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui-Independiente (MULTI) fue el que impulsó la creación del “Municipio Autónomo”, contando con el apoyo de comunidades indígenas enteras de la zona.
Las principales razones del rompimiento es que las comunidades veían que sus líderes vivían en residencias de lujo en Oaxaca mientras que ellos sufrían la pobreza extrema. La corrupción y el despilfarro de recursos generaron la necesidad de desligarse del PRI y buscar el autogobierno.
El 28 de noviembre de 2009 se le impidió el paso a una caravana de campesinos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, que iba a solidarizarse con las autoridades del Municipio Autónomo. Los habitantes de La Sabana bloquearon la carretera mientras un grupo armado desataba una balacera en el centro de Copala. El 8 de diciembre, una columna armada de la Ubisort tomó el Palacio Municipal. Declaró que no había Municipio Autónomo, sino “agencia municipal” y colocó en el puesto a Anastasio Juárez Hernández. El 10 de marzo de 2010, los simpatizantes de la autonomía retomaron el palacio mediante una concentración masiva de mujeres y niños, según el vocero del Municipio Autónomo Jorge Albino.
El 27 de Abril de 2010, fueron asesinados Beatriz Cariño -activista de Copala- y Jyri Jaakkola -internacionalista finlandés-, cuando participaban en una caravana de observación que se dirigía al municipio. A pesar de la repercusión del caso en los medios, el hostigamiento no desapareció.
El 1 de Diciembre de 2010 asumió la gobernación de Oaxaca Gabino Cué, del Partido de la Revolución Democrática, gracias a un pacto con el derechista Partido Acción Nacional. Sin embargo, el propio Cué declaro no aceptar la autonomía, puesto que es una figura que no encaja en ninguna estructura legal.
El 28 de Enero del 2012, los paramilitares del MULT ocuparon San Juan Copala e impidieron el ingreso de la caravana de desplazadas y desplazados, integrantes del Municipio Autónomo y solidarios de Yosoyuxi con destino a San Juan Copala, con la complicidad de la policía quien organizó el reten en el lugar conocido como Barranca del Lodo.
Hasta el día de hoy el conflicto se mantiene, la paz parece no llegar nunca y, aunque la resistencia del pueblo Triqui para mantener la autonomía ha costado innumerables vidas, la dignidad rebelde es lo último que se pierde porque de ella florece la esperanza de los pueblos que luchan contra el mal gobierno.