El tribunal de apelaciones de Burdeos, Francia, confirmó este martes el procesamiento contra el ex presidente de ese país Nicolás Sarkozy (2007-2012) por haberse aprovechado de la senilidad de la millonaria Liliane Bettencourt para obtener fondos destinados a su campaña electoral.
La causa se remonta a la campaña electoral de 2007 para las elecciones presidenciales en Francia. Según la Justicia francesa, Nicolás Sarkozy (quién resultó ganador de esa elección) se habría aprovechado del estado de senilidad en el que se encuentra desde 2006 la millonaria Liliane Bettencourt, heredera de la fortuna de la empresa L’Oreal. Además del ex mandatario están imputadas por el mismo caso otras figuras de la política del país europeo como ex ministro del Presupuesto, Eric Woerth.
En principio la prensa había hecho circular la información de que personas cercanas y familiares de Bettencourt podrían haberse aprovechado de su salud mental para conseguir su dinero. Pero lo que parecía una cuestión familiar se convirtió en caso de Estado cuando unas grabaciones revelaron que algunos políticos podrían haber recibido dinero, sobre todo Sarkozy, para financiar su campaña. El político conservador, derrotado en las elecciones de mayo de 2012 por el actual presidente, el socialista Francois Hollande, negó todas las acusaciones.
La novedad de esta semana fue que la sala de instrucciones de la corte de Burdeos rechazó los doce recursos presentados por los inculpados en este caso que reclamaban la anulación del proceso. Los imputados aducían que el examen médico sobre el deterioro mental de la mujer más rica de Francia fue realizado por un consejo médico presidido por Sophie Gromb, una amiga del juez Jean-Michel Gentil, quien lleva el caso.
Ante este anuncio el abogado de uno de los doce procesados detalló que el fallo puede ser recurrido ante el Tribunal de Casación, la máxima autoridad judicial de segunda instancia del país. Si bien el veredicto final sobre el caso podría tardar muchos meses en producirse, Sarkozy podría ser llamado a juicio en cualquier momento.
Si se prueba el delito de abuso de confianza, Sarkozy puede ser condenado a tres años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer cargos públicos, además de una cuantiosa multa. De esta forma la decisión del tribunal mantiene el suspenso sobre el futuro judicial y político del ex presidente, a quien sus partidarios pretenden presentar en las elecciones presidenciales de 2017.
De ser procesado, sería el segundo presidente de la V República condenado por un tribunal después de que Jacques Chirac (1995-2007) fuera declarado culpable de apropiación indebida y malversación por el Tribunal Correccional de París.
“Hay que ponerse de acuerdo. ¿Quién ha financiado mi campaña? ¿Los submarinos paquistaníes, el Señor Gadafi o la Señora Benttencourt?”, declaró Sarkozy en abril de 2012. Y es que este no es el único problema de Sarkozy con la Justicia. Otros procedimientos se encuentran en marcha como el caso Gadafi. El ex mandatario de Libia (depuesto y asesinado por una intervención de la Organización del Tratado del Atlántico Norte -Otan- en 2012) podría haber financiado parte de su campaña en 2007. Y el caso Karachi, nombre de la ciudad paquistaní en alusión a los posibles fondos que podrían haber llegado de ese país.