Por Sebastián Blejman. A treinta años del primer festival de la canción bolivariana organizado por Alí Primera, esta semana comenzó en Venezuela un nuevo encuentro de cantores populares de carácter continental que continuará hasta el día domingo.
A treinta años del primer festival de la canción bolivariana que fue organizado por el cantor del pueblo venezolano Alí Primera, cantantes y colectivos musicales de más de 15 países de la patria grande latinoamericana se reúnen en Venezuela en vías no sólo de revivir un nuevo encuentro musical, sino también para pensar juntos cómo crear una red internacional para el apoyo e intercambio de ideas sobre el arte revolucionario en procesos de la liberación.
Organizado por el Frente de Creadores Militantes y motorizado por los distintos comités preparatorios de cultores y culturas en las regiones , este encuentro esta cruzado por el respirar de las luchas de los pueblos latinoamericanos. Entre rap, huaynos, hiphop, música llanera, reggae, rock y muchos otros ritmos se escuchan los pedidos de solidaridad con Puerto Rico y su lucha por la independencia de los Estados Unidos, el Chile y las luchas de los estudiantes, las resistencias ,la organización y la esperanza de los compañeros hondureños contra el golpe de Estado, la indignación ante la constante represión a los pueblos originarios de Argentina y las campañas por la libertad del cantor colombiano Julián Conrado, preso en Venezuela por cantar con el corazón empapado de selva.
En la apertura del festival se contó con las palabras del músico Gino Gonzales: “No se convoca a grupos faranduleros y pantalleros que vienen a darle rienda suelta a su ego como caimanes de pozo séptico del individualismo capitalista, tampoco se trata de sindicalizar la canción, pero sí de entender que la misma es un arma contundente que no se puede descuidar”.
El festival contará con la participación entre muchos otros del colectivo Ayllu, Las Manos de Filipi y Juan Cruz y la Lopez Pereyra (Argentina) , Cultura Profética y Fernando Ferrer (Puerto Rico), agrupación Entre dos Aguas (Bolivia), Salvaje Decible y Francisco Villa (Chile), Murga Uruguaya y Fabian Marquisio (Uruguay), Juan Paredes y la agrupación Son País (Ecuador), Andrea Echeverry, Héctor Buitrago (Colombia), Mauricio Fuigueiral y Eduardo Sosa (Cuba), el artista plástico Freddy Arteaga y la agrupación Los Mojarras (Peru), Askapen Sound Sistema (país Vasco Euskal Erria) y también compañeros de la canción de Paraguay, Honduras, Nicaragua, El Salvador y México, junto con los músicos anfitriones de Venezuela.
Entre las palabras que aun pululaban en el aire lleno de sonidos y que hablaban de revolución, de socialismo, de pueblo y de lucha, la apertura del festival cerró con las palabras de Germán Vallenillas, que acompañó a Alí Primera en aquella Canción Bolivariana de 1983: “La canción necesaria empieza a incubarse en una madre que amamanta a un niño, en un labriego abriendo un surco y cantándole a la esperanza de la semilla , al obrero que todos los días con un salario miserable trata de compensar parte de la dignidad de su vida. Y también por esos grupos de estudiantes que entonan canciones necesarias, y por eso países latinoamericanos sojuzgados, oprimidos, masacrados. Es para ellos que la canción necesaria es parte de ese alimento cotidiano que necesitamos para tener esperanzas en la vida. Es la canción necesaria la que fluye en nuestras conciencias en nuestros ideales, hoy nuestra canción necesaria nace como un canto general, de lucha, de solidaridad, de fortaleza. Esa vaina es la canción necesaria”.