Un breve repaso por los hechos que se dieron en torno a Malvinas desde que la presidenta Cristina Fernández diera un discurso la semana pasada sobre el tema. Las reacciones británicas, el accionar de la diplomacia argentina y mucho más en estos “Sucesos Argentinos”.
La acción diplomática argentina
La semana pasada el canciller Héctor Timerman presentó ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un documento que denuncia la militarización del Atlántico Sur. El mismo fue ingresado de inmediato por lo que deberá tratarse en la próxima sesión del organismo. De todas maneras el Reino Unido tiene poder de veto por lo que ninguna resolución se aprobará en su contra. Sin embargo, la diplomacia argentina busca poner sobre la mesa el tema Malvinas en todos los foros internacionales para incomodar y presionar al gobierno británico.
El documento fue entregado también al presidente de la Asamblea General de la ONU, el qatarí Nassir Abdulaziz Al Na-sser y al secretario general, el coreano Ban Ki-moon.
Luego de estas reuniones, el presidente de la Asamblea General expresó mediante un comunicado su compromiso y “su disponibilidad para coordinar entre las partes de ser necesario” y expresó “su esperanza de que los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido puedan resolver cualquier disputa pacíficamente a través de la mediación y el diálogo y de acuerdo con el derecho internacional”. Argentina aceptó posteriormente y de manera formal la mediación de la ONU para demostrar que es el Reino Unido el único que no quiere sentarse a negociar.
Luego, en una exposición que dio en la misma ONU sobre el informe presentado, el canciller argentino dio algunos datos interesantes. El despliegue militar británico incluye al submarino nuclear Vanguard; con capacidad para transportar armamento nuclear; aviones Typhoon II y un Destructor tipo 45. “Desde las Malvinas pueden atacar el sur de Brasil” informó Timerman. El documento presentado también sostiene que “el gobierno argentino, reiteradamente, ha destacado que esa creciente militarización británica es contraria a la búsqueda de una solución pacífica a la disputa de soberanía, constituyendo una afrenta para la región toda y creando una tensión innecesaria en el Atlántico Sur”. A su vez Timerman dijo que “la introducción de armas nucleares es una contradicción al Tratado de Tlatelolco, del cual Gran Bretaña es parte”. Ese tratado establece que América Latina debe ser una región libre de armamento nuclear.
El embajador británico en la ONU contestó, como si no hubiera nada de grave en estas acusaciones: “nosotros no queremos agravar la retórica, pero si alguien trata de aprovecharse del 30º aniversario de la guerra de las islas, obviamente defenderemos robustamente nuestra posición”.
La reacción británica
Previamente a la presentación de la Argentina en la ONU, David Cameron, el primer ministro británico había afirmado que “los isleños quieren mantener su estatus, su conexión con el Reino Unido” y advirtió que “mientras quieran mantener esa condición vamos a defender las islas apropiadamente para que ése sea el caso”.
En esa sintonía, y como viene haciendo desde que empezó la escalada diplomática, Gran Bretaña busca evitar el diálogo y aumentar la tensión. El anunciado arribo al archipiélago de una delegación parlamentaria especializada en temas de defensa va directamente en ese sentido. La cancillería argentina emitió un comunicado donde se afirmaba que “la presencia de parlamentarios británicos dedicados a temas militares es una ratificación de las prioridades de dicho país que corroboran las denuncias realizadas por la Argentina ante las máximas autoridades de la ONU sobre la militarización del Atlántico Sur por parte de una potencia extra-regional”.
Por otra parte Nigel Haywood, que ejerce como gobernador de las islas afirmó que “Si Argentina continúa con declaraciones fuertes y engañosas, las vamos a desafiar. No se puede atacar a uno y luego cuando éste se defiende, acusarlo de ser agresivo. Nosotros solamente queremos vivir nuestras vidas en las islas Falkland”.
Finalmente, en el día de ayer arribó a las islas el ministro de Universidades y Ciencia de Gran Bretaña. En declaraciones al diario The Times previas a su viaje aseguró que “lo que importa es el derecho de autodeterminación de la población de las Falklands”. “Ellos han dejado bien claro que quieren ser británicos y esto debería ser visto como parte de los vínculos históricos del Reino Unido con el Atlántico Sur y la Antártida”.
Siguen llegando adhesiones de afuera…
En el medio de estos cruces que parecen no tener fin y en los que el Reino Unido mantiene tercamente su oposición a sentarse a dialogar, Argentina sigue sumando apoyos externos.
El que mayor repercusión tuvo en estos días fue el que el actor Sean Penn dio al reunirse el lunes pasado con la presidenta argentina. En su visita por Argentina en calidad de embajador itinerante de Haití declaró en conferencia de prensa que “El mundo no puede tolerar enfoques ridículamente arcaicos que apunten a la continuidad del colonialismo”.
Otro apoyo importante recogido por nuestro país en estos días fue el ratificado por el gobierno chileno. Según la prensa de aquel país, el presidente Sebastián Piñera recibió una llamada directamente del primer ministro David Cameron. En la conversación Cameron buscó el apoyo del país trasandino en la disputa por Malvinas. Sin embargo Piñera reiteró la defensa de la posición argentina y el impedimento de que barcos con la bandera ilegal de las islas desembarquen en puertos de su país.
La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de su secretario general Miguel Insulza, también respaldó el reclamo argentino. “Gran Bretaña no debería tratar de forzar el ingreso a los puertos de América Latina y el Caribe de una bandera no reconocida por la comunidad internacional” declaró. Y además agregó que Londres cae en un “contrasentido de poner tono belicista a un conflicto con un país que en los últimos años ha expresado su voluntad de paz y no ha dado ninguna señal de querer cambiar esa política”.
La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) también reiteró su apoyo al reclamo por la soberanía argentina sobre Malvinas. Luego de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores, el canciller cubano Bruno Rodríguez sostuvo que acordaron políticas “en apoyo a la soberanía argentina de las Malvinas y el cese de la ocupación de ese territorio genuinamente latinoamericano y caribeño”.
Finalmente, hasta el gobierno de los Estados Unidos (histórico aliado del Reino Unido) apoyo el llamado al diálogo. La vocera del Departamento de Estado Victoria Nuland sostuvo: “Alentamos a Argentina y Gran Bretaña a resolver esto de manera pacífica a través de negociaciones”.
Y de adentro
En el plano interno ya se podía observar desde hace varias semanas el acuerdo que había dentro de todo el espectro político. Luego del discurso de la presidenta el martes 7 de febrero, los referentes de los distintos partidos opositores salieron a respaldar el reclamo.
Esta semana se sumó el apoyo de la cúpula de la Iglesia católica. El jefe de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, señaló que es “correcto tanto el justo reclamo de soberanía como el camino diplomático elegido”. Por su parte el presidente de la Pastoral Social de la Iglesia, Jorge Lozano afirmó que la política llevada a cabo es de “una palabra sensata, serena, que busca ubicar la cuestión en el ámbito que corresponde, el de la diplomacia y la búsqueda del diálogo”.
Finalmente la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) anunció el inicio de un “boicot” contra todos los buques ingleses que lleguen al país. En un comunicado del martes pasado declararon que “a partir de la fecha hemos resuelto boicotear a cualquier buque con bandera inglesa, con la bandera mentirosa e inventada de Malvinas, o registrados en alguna de las banderas de conveniencia que los piratas británicos utilicen (Bermuda, Islas Caimán, Gibraltar, Panamá, Malta, etc.)”. A esta medida se sumó el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos. “Es un boicot, no una huelga. Vamos a trabajar pero vamos a seleccionarles la carga para demorarlos doce horas. Lo que les hacemos es letal, porque pierden la línea en otros puertos y demoran varios en regresar”, indicó Omar Suárez, titular del gremio.
Estos fueron algunos de los “Sucesos Argentinos” de los últimos días en torno al tema Malvinas.
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