Enfermeros, médicos y residentes del Hospital realizaron un paro de 24 horas (el decimosexto desde abril). Reclaman aumento de salarios y denuncian las condiciones de trabajo.
Si bien por fuera no parece un edificio que se caiga a pedazos, los trabajadores del Hospital de niños Ricardo Gutiérrez denunciaron las condiciones edilicias del lugar y pidieron mejores condiciones laborales. Según explicó Inés Groba, residente del Hospital, hace poco tuvieron que trasladar a una joven de 15 años, que se encontraba en terapia intensiva, por las escaleras: “La paciente entró en shock y el ascensor no funcionaba. Bajamos con tres bombas desde terapia intensiva, todos con tubos, equipos y por las escaleras”.
El paro de 24 horas fue convocado por enfermeros, técnicos y profesionales de la salud y durante la mañana realizaron un plenario con trabajadores de otros centros de salud públicos de la Ciudad para analizar medidas conjuntas. Los profesionales de la salud reclaman un aumento salarial del 40 % retroactivo a marzo, provisión de insumos y restitución del 82 % móvil jubilatorio, entre otros puntos.
Silvia de Francesco, secretaria general de la filial del Hospital Gutiérrez de la Asociación de Médicos Municipales alertó que hoy no se cubran los planteles necesarios para una buena atención por la falta de personal. “Los salarios son tan bajos que el personal que se encuentra altamente capacitado decide irse a trabajar a los sectores privados, donde las condiciones salariales y laborales son mejores. Eso hace que hoy falte personal en enfermería, técnicos y en los servicios de mayores complejidad, como el servicio de imágenes”, afirmó De Francesco.
El reclamo de los residentes
Cada año ingresan a los hospitales y centros de salud porteños entre 600 y 700 residentes. En el hospital Gutiérrez ingresan alrededor de 40 por año, por lo cual son, en total, unas 120 personas.
Este paro contó con la participación de varios de estos jóvenes médicos que trabajan un promedio de doce horas diarias y que aparecen como becarios y no como profesionales. De hecho, uno de los reclamos de los residentes es que se cumpla la ley que regula el trabajo de los residentes, tanto en relación con la carga horaria como con sus tareas específicas. Frente a la falta de personal en el hospital, los residentes suplen en muchos casos las tareas que no están cubiertas, desde funciones administrativas, de camillero o de extracción de sangre, que no corresponden a la residencia.
Además, los residentes exigen ser reconocidos como profesionales de la salud. “En nuestro contrato se habla de ´sistema remunerado de capacitación´, es decir que se nos concibe a los residentes como becarios, pero las tareas que llevamos adelante son las de un médico”, aseguró Lucas Perelli, quien realiza su residencia en Pediatría en el Hospital Gutiérrez.
La residencia dura cuatro años, es de dedicación exclusiva y hoy los residentes perciben como salario 4.700 pesos. Sin embargo, la correlación entre el sueldo y un promedio de diez a once horas de trabajo diario es desproporcionada. “Hoy trabajamos, en promedio, más de diez horas por día. Nosotros estamos dispuestos a quedarnos hasta que termine el trabajo del día y muchas veces trabajamos de 7 a 7 cuando la jornada estipulada es de 8 horas”, aseguró Ines Grobba. En muchos casos, los horarios de descanso luego de una guardia, no se cumplen y los residentes pueden continuar trabajando unas 36 horas seguidas.
La respuesta de la directora del Hospital fue el silencio, ya que se negó a recibir a los residentes, quienes desde la finalización de la carrera de medicina hasta completar la residencia perciben un salario como becarios. “El sueldo no se adapta a la canasta básica. Y eso tiene que ver con una falta de inversión en la salud. Los profesionales, cuando terminamos nuestra residencia, tenemos que salir a trabajar a un centro privado o a una obra social. No hay lugar dentro del sistema de salud público”, afirmó Grobba.
Desde la Asociación de Médicos Municipales del Hospital denunciaron el crecimiento del número de profesionales que hacen su traspaso al sistema de salud privado y reclamaron una reforma en las políticas de salud que impulsa el ministro porteño Jorge Lemus.