¿Porqué Fidel Castro pudiera estar circulando por la economía colombiana a bordo de un billete de 1000 pesos?
Hace una semana en varios medios de comunicación salió una pequeña nota de “color”. El diario económico colombiano Portafolio llamó la atención sobre el billete de 1000 pesos colombianos, al señalar que en él aparecía el rostro de Fidel Castro.
El Banco de la República de Colombia llamó en 2004 a licitación el diseño de este billete. Fue el dibujo del artista José Antonio Suárez el beneficiado con el veredicto del Consejo de Administración del Banco, diseño que se encuentra en circulación desde 2006.
Se trató de una imagen en homenaje a Jorge Eliecer Gaitán, dirigente del partido liberal colombiano asesinado el 9 de abril en 1948. Esta muerte fue la chispa que incendió la capital colombiana en las jornadas del Bogotazo. Estos acontecimientos suelen señalarse como el hito que marcó la historia de Colombia para siempre, dando inicio a una guerra interna que perdura hasta hoy en día.
“Es posible que el artista haya puesto ahí a Fidel Castro. Pero yo no lo podría asegurar hasta que el artista me diga que sí lo hizo. Ahí está un personaje que pareciera que es él”, declaró a La W radio José Darío Uribe, gerente del Banco de la República.
Sin embargo el artista negó que ese rostro se tratara del líder cubano. “No pinté a Castro; es solo un señor en una multitud que quedó parecido. A lo largo de los años me han dicho que en el billete salgo yo, Angelina Jolie, el Papa, los Beatles y hasta mi abuelita. Hoy le tocó el turno a Fidel y yo me muero de la risa”, desmintió Suárez en declaraciones al diario colombiano El Tiempo. El artista comentó que para hacer el diseño estudió mucho sobre Gaitán y su época, “cogí fotos de unas manifestaciones y de ahí salió el dibujo”.
En el reverso del billete se ve a Gaitán con el brazo derecho en alto y al fondo se ven otros rostros en un tono sepia, aunque solamente el que se presumía que era Castro está en un color más oscuro.
Dos gigantes se saludan
Más allá de la pequeña controversia por el asunto, cabe recordar por qué no sería extraño que el líder cubano se encontrara en la imagen que inmortaliza al dirigente colombiano.
En 1948 Fidel Castro tenía 21 años y era presidente de la Escuela de Derecho y presidente del Comité Pro Democracia Dominicana en la Universidad de La Habana. Desde los primeros días de abril de ese año se encontraba en las calles de Bogotá promoviendo la organización del primer Congreso Estudiantil Latinoamericano.
Se había elegido esa fecha y ese lugar porque en la capital colombiana estaba convocada por Estados Unidos la Novena Conferencia Panamericana, cuyo objetivo era la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Son los estudiantes colombianos quienes le hablan a Fidel de Gaitán y del apoyo popular con que éste contaba. Por entonces el líder colombiano era candidato a presidente y se proyectaba como una opción de cambio radical en una Colombia devastada por años de política conservadora.
Inmediatamente los estudiantes colombianos los ponen en contacto y a los dos días de haber llegado a Bogotá Fidel se reune con Gaitán. Este encuentro quedó plasmado en varios libros, uno de ellos es una entrevista que Castro le concedió a Arturo Alape y fue publicado en el libro El Bogotazo: Memorias del olvido, editado en 1983 por Casa de las Américas.
En la entrevista Fidel cuenta que Gaitán quedó muy entusiasmado con la conferencia estudiantil latinoamericana, y acordaron que el líder colombiano clausuraría el congreso con lo que proyectaban sería un gran acto de masas.
Fidel Castro relata que quedó muy impresionado con Gaitán. “Yo tenía una impresión realmente muy buena de Gaitán. La tuve en primer lugar, porque en eso influyeron las opiniones absolutamente mayoritarias y la admiración de los estudiantes que se habían reunido con nosotros. La tuve de la conversación con él; un hombre con su tipo indio, sagaz, muy inteligente, la tuve de sus discursos, especialmente de la Oración por la Paz, que era realmente el discurso de un orador virtuoso, preciosista del idioma y además elocuente. La tuve porque se identificaba con la posición más progresista del país y frente al gobierno conservador. La tuve como abogado también, por lo brillante que era”, recuerda Fidel en la entrevista.
Ambos dirigentes habían acordado un nuevo encuentro el 9 de abril. Cuando Fidel, junto con el resto de la delegación cubana, se acercaban a la oficina de Gaitán para concretar la nueva entrevista, un grito invadía las calles bogotanas: “¡Mataron a Gaitán! ¡Mataron a Gaitán!”, mientras la gente en la calle corría indignada y enardecida.
El segundo encuentro entre Fidel y Gaitán se vio truncado por el asesinato del líder colombiano, pero esta muerte habilitó otro encuentro: el de Fidel con la lucha del pueblo de aquel país. Los estudiantes cubanos no dudaron un segundo y se sumaron a la masa de gente que salió a combatir en las calles la brutal represión que el gobierno, atizado por el de Estados Unidos, desataba en las calles.
Fidel narra cómo participaron activamente de la histórica jornada, fusil al hombro, en la calles de la Bogotá en llamas. “Yo lo que hice fue sumarme a un levantamiento popular. Por vocación, por principios, por simpatía revolucionaria”, rememora Fidel ante las preguntas de Alape.
La intervención en el Bogotazó no fue la primera vez que Fidel participaba en una acción revolucionaria americana. En 1947 había sido parte de en una expedición armada a República Dominicana con el fin de derrocar a Trujillo. Fidel ya era conocido como un connotado activista por la independencia de Puerto Rico, la devolución del Canal de Panamá y la recuperación de las Islas Malvinas.
La vivencias del líder cubano en las entrañas del Bogotazo marcaron fuertemente su visión política sobre las acciones revolucionarias de los pueblos. “Me impresionó el fenómeno de cómo puede estallar un pueblo oprimido. Segundo, me impresionó mucho la valentía y el heroísmo del pueblo colombiano, porque le vi ese día. Aunque junto a esto, junto al extraordinario heroísmo del pueblo colombiano, te puedo decir que no había organización, que no había educación política; más que conciencia política había espíritu de rebeldía, pero no educación política y había falta de dirección”, relató Castro.
Es innegable que estos acontecimientos influyeron en su pensamiento revolucionario y dejaron su impronta para pensar la revolución en su propio país.
Aún cuando su artista lo negó, la idea de que Fidel Castro esté junto a Gaitán circulando por la economía colombiana es, por lo pronto, un guiño de las contradicciones de la historia a favor de los oprimidos.