Por Emiliano Azubel. River recibió un duro golpe en el Monumental al empatar 2-2 con Guillermo Brown de Puerto Madryn el sábado a la noche; quedó en el segundo lugar junto a Instituto y la próxima fecha visitará al líder Rosario Central.
Cuando parecía que el cielo de la B Nacional se abría para River y los caminos hacia la vuelta a Primera dependían exclusivamente del conjunto de Núñez, sorpresivos nubarrones se posaron sobre el Monumental.
En un vertiginoso partido, con emociones en ambos arcos, el conjunto de Matías Almeyda dejó escapar un triunfo que estaba a su merced. Guillermo Brown de Puerto Madryn le empató 2-2 en el último minuto de juego y llenó de sombras el futuro del Millonario, que se fue silbado por su público. Así, River quedó segundo, junto a Instituto (le ganó a Almirante Brown 3-1), a dos puntos del líder Rosario Central, al que deberá visitar el sábado que viene. El Canalla mantiene una racha impresionante de siete victorias consecutivas y tiene al goleador del campeonato, Gonzalo Castillejos, con 24 tantos.
Brown de Madryn, en tanto, se mantuvo en zona de Promoción por el descenso con un coeficiente de 1,000, arriba de Chacarita (0,958), Desamparados de San Juan (0,882) y Atlanta (0,882).
Más allá de los merecimientos y del buen trabajo de Sebastián Pereyra, arquero de Brown, el rendimiento de River volvió a dejar muchas dudas, especialmente en defensa y en la mitad de la cancha. Con muchos hombres en ataque para buscar un triunfo que era vital, el equipo de Almeyda relegó espacios, que fueron muy bien aprovechados por el equipo visitante.
El empate, quizás, fue demasiado castigo para River, que superó a su rival en gran parte del partido, pero no tuvo la contundencia necesaria para liquidar el juego.
El conjunto local salió a apretar bien arriba desde el comienzo, pero en la primera situación en contra se vio en desventaja tras una gran definición de Bottino.
River siguió en control del campo y con presión sobre Brown, pero le faltaba profundidad en ofensiva. La exquisita ejecución de Cavenaghi en un tiro libre le dio el empate.
En la segunda etapa, Almeyda optó por Alejandro Domínguez y su ingreso le aportó mayor claridad y mejor distribución al juego del equipo. Sumado a un gran trabajo de Carlos Sánchez por derecha, el Chori le dio frescura al ataque local. Sin embargo, le costó quebrar a la defensa visitante y parecía que el empate no se modificaba.
Pero de la mano de un centro del uruguayo, llegó el cabezazo de Villalba, ingresado dos minutos antes, para hacer delirar al Monumental.
El estadio Monumental era puro entusiasmo en las tribunas y las plateas, mientras River seguía sin poder sellar el resultado a su favor. La salida de Cirigliano dejó muy solo a Ponzio en el medio y los espacios a sus espaldas crecían. Así, Brown no se conformó y aprovechó los huecos. En la última jugada el ingresado Hernán Zanni apareció solo por derecha tras una precisa asistencia de Aciar, que dejó perplejos y sin respuestas a Maidana y Ramiro Funes Mori. Sin apurarse, espero la salida de Vega y definió cruzado para poner el empate y dejar en silencio a todo el Monumental.
Tras el pitazo final de Alejandro Castro, los hinchas locales despidieron a River con silbidos y luego los jugadores y el cuerpo técnico decidieron no realizar declaraciones a la prensa, un síntoma del duro golpe recibido y del complicado escenario que se presenta para las últimas cuatro fechas de la temporada.