Por Juan Manuel De Stefano. Luego de la retirada de Ferguson, el United busca volver a las fuentes. Destituido Moyes, designaron a Ryan Giggs, un emblema del club.
La historia comenzó al revés. Con la particularidad marcada que entre los 12 y los 14 años jugó en el rival de toda la vida. Probablemente en aquel momento no pensaba que su existencia estaría marcada a fuego por la camiseta roja. Que jugaría la nada despreciable cifra de 631 encuentros (109 goles) en 23 temporadas. Y que se convertiría en símbolo, genio y figura del United.
Ryan Giggs, de él se trata esta historia. Del enorme volante por izquierda, genial, rapidísimo y de gran pegada de la década del 90. O del sutil y punzante media punta en el que se transformó cuando las piernas comenzaron a sentir el peso y el paso de los años. Qué decir del reciente y criterioso volante central, que comandaba y brindaba el primer pase exacto, prolijo y -casi una curiosidad en estos tiempos- siempre a un compañero. Apenas consumado el despido del escocés David Moyes -que firmó un contrato por 6 años y no llegó a cumplir el primero de ellos-, asumió el notable Galés.
Es cierto, la campaña es realmente lamentable comparada a lo que está acostumbrado el Manchester. Séptimo en la Premier League y con números muy similares a su peor campaña desde el 90-91, eliminado en cuartos de la Champions, sin chances de clasificar a la próxima edición tras 19 años y con 57 puntos en 34 partidos. En un comunicado, el club inglés destacó y agradeció a Moyes por “su duro trabajo, honestidad e integridad”, al tiempo que aclaró las condiciones de la contratación de Ryan: “asumirá como entrenador hasta que se pueda realizar un fichaje permanente”.
Era de esperar que la transición fuera muy complicada, los 26 años de Alex Ferguson al mando del equipo no son un dato menor. Cuantiosos abriles acostumbrados a un manejo muy personalista y repleto de grandes logros. Lo cierto es que Moyes no llegó siquiera a completar diez meses al mando y el juego desplegado no era el esperado. El 4-2-3-1 fue su sistema preferido pero no otorgó firmeza a la defensa ni fluidez al mediocampo y, mucho menos, confianza a la delantera. Si bien es sorpresiva la decisión de la directiva, la mediocridad en el juego del United y el poco convencimiento de los jugadores, adelantaron la despedida. El escocés venía de un trabajo magnífico al frente del Everton y luego de que Sir Alex dejó su cargo, recomendó a Moyes sin ninguna duda.
Pero todo funcionó mal. Por eso se decidió retomar un camino que le dio grandes resultados. A sabiendas de que Giggs tiene una mentalidad muy similar a la de su “padre futbolístico” , se pensó en él para retomar la senda ganadora y clasificar -al menos- a la Europa League. En la actualidad los nombres que se barajan son varios: Louis Van Gaal, Simeone, Blanc y Ancelotti, pero si la performance mejora y se culmina la Liga entre los primeros lugares, no hay que descartar la continuidad del ídolo.
El flamante entrenador metió mano de entrada en el armado del equipo y no le tembló el pulso de ninguna manera. Volvió al 4-4-2 flexible y con mucho juego por las bandas que tanto pregonó Ferguson, descartó a los belgas Fellaini y Januzaj, dio la titularidad al japonés Kagawa y postergó a Mata al banco. El debut fue contra el Norwich y la actuación del United fue más que aceptable: ganó por 4 a 0 con dos tantos de Rooney y dos de Mata, quien ingresó en el segundo tiempo. Lo cierto se que de la mano de “Dorian Gray” (así lo apodaron por su vigencia) se notó un cambio importante y su impronta le brindó otro ánimo al plantel.
No fue bueno el primer tiempo pero el gol a los 41 minutos por intermedio de Rooney de penal, cambió todo. En la segunda parte se vio un muy buen equipo presionando a su rival y recobrando la confianza perdida. “Lo he disfrutado. Un 4-0 es un día soñado para nosotros. Estoy encantado con el trabajo. Les recordé a los jugadores que tenían que mover la pelota más rápido y lo entendieron”, aseguró el entrenador luego del encuentro. Un nuevo ciclo que comienza con un entrenador ¿interino? que refleja la tradición y la historia viva de un club acostumbrado a ganar casi constantemente. El galés de más de cuatro lustros deberá reeditar como entrenador su fantástica carrera como jugador, con un 50 % de esos logros el recuerdo de Sir Alex Ferguson será sólo eso… un gran e inolvidable recuerdo.