Por Federico Kucher. El CEO de YPF, Miguel Galuccio, expuso ante sus principales gerentes los resultados de la compañía desde que la gestión estatal se hizo cargo de la petrolera.
“Una petrolera demora años en aumentar la producción. YPF lo hizo en seis meses”, subrayó Miguel Galuccio, titular de la compañía.
Es que, partiendo de su experiencia en el sector, explicó que los tiempos de toda empresa que produce hidrocarburos son lentos y se requiere planificar a mediano y largo plazo. “Lo que logramos es realmente importante. No sólo frenamos la declinación sino que, además, aumentamos la producción de hidrocarburos líquidos para importar menos”. De esa manera, reunido con gerentes de la empresa, Galuccio hizo un balance sobre YPF a medio año del histórico regreso a la esfera del Estado, luego de décadas de enajenación del patrimonio público.
En su presentación, el director de la petrolera habló de temas sensibles tales como el acceso a nuevas fuentes de financiamiento, con las que se pretende impulsar las inversiones de envergadura. Durante los últimos meses las críticas más fuertes llegaron por este frente, apuntando a la imposibilidad de YPF para captar nuevos capitales. Mucho se especuló con una revancha de los mercados internacionales que, enfurecidos por la intervención de la empresa, decidieran boicotear toda posibilidad de financiamiento en dólares. Sobre el tema Galuccio puntualizó que se prevé invertir 37 mil millones de dólares hasta 2017, donde el 70% se realizará con “caja” de la propia empresa. El resto saldrá del apalancamiento y la participación de un socio para la explotación de los recursos no convencionales. Así el presidente de YPF se mostró tranquilo porque “si en el corto plazo no se consigue cerrar nuevos acuerdos, los recursos propios permitirán seguir recuperando la compañía, como en los primeros seis meses de gestión”. Y minimizó los rumores sobre la falta un socio estratégico. Es que la segunda petrolera del mundo, la norteamericana Chevron, firmó un documento donde dejó en claro su interés por asociarse con YPF para explotar los yacimientos de Vaca Muerta, reservorio de hidrocarburo no tradicional que podría ubicar ala Argentina entre los grandes jugadores del sector a nivel mundial.
Asimismo Galuccio resaltó como otro resultado de gestión el éxito de las colocaciones de deuda en pesos, lo que le permite a la compañía ir cumpliendo con el plan de inversiones. En los últimos meses fueron emitidos alrededor de 4 mil millones de pesos en obligaciones negociables. Además se cancelaron compromisos por 23 mil millones de pesos y se renegociaron créditos con bancos locales y extranjeros. De esa manera se evitaron incumplimientos que podrían haber hecho caer a la empresa en situación de default. No obstante existe una amenaza en el corto plazo. Se trata de un juicio multimillonario con Brasil que puede obligar a la petrolera a realizar un enorme desembolso. Si bien la situación data de 2004, cuando se había dejado de enviar combustible a ese país para paliar la crisis interna, la cuestión legal puede definirse en las próximas semanas.
Este último punto, además, posibilita observar la causa de la caída del precio de las acciones de YPF en el último mes. El valor de mercado se derrumbó hasta 67 pesos por papel (en la Bolsa de Buenos Aires), cifra que sólo había alcanzado en el momento en que el grupo Repsol fue corrido del negocio. Otro de los motivos de la caída de la cotización puede ser el menor reparto de dividendos. Como se sabe, los accionistas lejos de priorizar la inversión, sufren de una “miopía” que únicamente les permite ver las ganancias en el corto plazo pero no en el largo. Por ello la decisión de repartir 300 millones de pesos en conceptos de beneficios de 2011, un monto considerablemente inferior a lo que repartía Repsol, no tuvo buen recibimiento.
De todos modos, a diferencia de lo que ocurre en lo financiero, los resultados de los últimos seis meses son positivos en el “pozo”, o sea en la actividad real. Además de incrementar la inversión en todos sus rubros operativos, YPF incrementó sensiblemente la cantidad de equipos de perforación en funcionamiento. Por ejemplo, los equipos destinados al petróleo pasaron de 29 a 36 en relación con el segundo trimestre del 2012, lo que permitió aumentar los pozos perforados desde los 192 hasta 334. Como resultado de lo anterior, la empresa aumentó la producción de combustibles un 7% con respecto a la gestión anterior. Así incrementó sustancialmente el abastecimiento de las estaciones de servicio. Parte de los logros también se relacionan con una mayor utilización de las refinerías, lo que llevo a reducir en el primer semestre un 47% las importaciones de combustibles con respecto al mismo período de 2011.