Al final de una larga sesión, la media sanción de la recuperación estatal del 51% de las acciones de Repsol es un hecho. Peripecias de un debate histórico que contrasta con el que veinte años atrás desembocó en la privatización.
Al cierre de esta edición de Marcha los senadores acababan de dar media sanción al proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo que plantea la declaración de utilidad pública de la explotación de los hidrocarburos y la expropiación del 51% de las acciones de YPF, actualmente en manos de la multinacional Repsol. El proyecto fue aprobado con 63 votos a favor, 3 en contra y 4 abstenciones.
La media sanción de la norma, que representa un primer paso para la recuperación de la soberanía energética, se daba por descontada no solamente por la mayoría propia con la que cuenta el Frente para la Victoria (FPV) sino también por el apoyo con el que cuenta de otros bloques opositores como el de la UCR o el del Frente Amplio Progresista (FAP). Ambos sectores expresaron que apoyarían en general el texto de la ley aunque presentarán enmiendas en distintos puntos particulares del articulado.
“La historia no es lineal, es zigzagueante”, manifestó el senador pampeano Carlos Verna en su intervención. Fue su respuesta a uno de los puntos más debatidos en la sesión: ¿por qué quiénes apoyaron la privatización de YPF hace 20 años ahora proponen su estatización? Aníbal Fernández, quien afirmó en el debate que “el petróleo y el gas son recursos imprescindibles para el país”, ensayó otra respuesta diferente. Explicó que era “imposible” concretar la expropiación años atrás, al sostener que esa medida pudo empezar a planificarse “a partir del 2003, con el movimiento de la economía argentina y el fortalecimiento del mercado doméstico”. El senador aseguró que con este proyecto “estamos cerrando un ciclo”, al recordar que “había que esperar el momento oportuno” para impulsar la iniciativa. A su vez Marcelo Fuentes, senador neuquino del FPV, quien fue el miembro informante del proyecto, afirmó que la iniciativa “no es un acto caprichoso ni un acto aislado” del Poder Ejecutivo sino “el corolario lógico” del proceso iniciado en 2003, hace nueve años con la presidencia de Néstor Kirchner. También dijo que el oficialismo es “consciente de que la sola expropiación no soluciona el problema” sino que “es el inicio de la solución, para dar soberanía energética al Estado argentino”, en un argumento escuchado en bocas de la mayoría de los defensores de la expropiación, incluso desde las bancadas de oposición.
Gerardo Morales, senador radical de la provincia de Jujuy, se refirió al caso de Carlos Menem, quien tras sus declaraciones de apoyo a la expropiación se convirtió en la expresión más emblemática del zigzag. “Alguna vez sería bueno que algunos pidan perdón” por haber sido “responsables de las privatizaciones y el vaciamiento de empresas como YPF”, afirmó refiriéndose al ex presidente ausente en ese momento del debate, pero también a otras figuras que en su momento votaron a favor de la privatización como el actual Secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli. Este funcionario kirchnerista no sólo levantó su mano a favor de la privatización sino que en aquella sesión fue el miembro informante de la bancada oficialista. Hace veinte años Parrilli en su discurso se preguntaba “si estábamos traicionando nuestras banderas, si nos habíamos olvidado de dónde proveníamos y si no sentíamos vergüenza por nuestra historia, por nuestros muertos y por todo lo que significa el peronismo en la historia de la República”. Pero también se contestaba creyendo que “cuando el doctor Menem asumió la presidencia de la Nación en 1989 nos cambiaron las preguntas, los instrumentos y las acciones con las que contaba el peronismo para dar respuesta a un Gobierno nacional y popular, tal como lo hicimos en las décadas del 40 y del 50. Por ello debo señalar con sinceridad y profunda convicción que no venimos a esta sesión arrepentidos de lo que fuimos, no sentimos vergüenza de lo que somos y tampoco venimos a pedir disculpas por lo que estamos haciendo”.
La discusión no terminó allí sino que la senadora por el FPV de Santa Cruz María Ester Labado planteó que “nos hacemos cargo de todo lo que pasó en los `80, `90 y 2003 y nos venimos a hacer cargo del futuro”, mientras que el senador del FPV por Jujuy Walter Barrrionuevo, respaldó el proyecto y eligió razones económicas para justificar el cambio de política energética: “recién ahora están dadas las condiciones macroeconómicas como para resistir los embates de los actores macroeconómicos del mundo. Esa fortaleza no existía antes”. Otras voces no consideraron importante este debate, como es el caso de la senadora Marina Riofrio del FPV de San Juan, quien sencillamente aseguró que la medida “es la continuidad de un proceso de cambio iniciado en 2003”. Finalmente el senador santafesino Rubén Giustiniani anunció que el socialismo apoya que el Estado “vuelva a controlar YPF porque nunca debió privatizarse”. “Los socialistas nos opusimos en 1992 a su privatización, por eso hoy acompañamos”, agregó argumentando coherencia histórica. Fue el mismo argumento de la bancada radical, que debe sin duda reconocerse, aunque sería una coherencia mucho más interesante si la hubieran llevado a la práctica en la oportunidad en que fueron gobierno nacional con la Alianza, como también debe recordarse con la misma justicia.
Más allá de este debate algunos senadores expresaron su opción por la abstención, como es el caso de María Eugenia Estenssoro de la Coalición Cívica, cuyo padre estuvo a cargo de la empresa en el primer período de la privatización, y de Norma Morandini, del FAP. Por la negativa se pronunciaron los senadores Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso del Partido Justicialista (PJ) de San Luis y Juan Carlos Romero del PJ de Salta. Roberto Basualdo de la Alianza Frente Compromiso Federal de San Juan no votó porque se retiró del recinto antes de la votación lo mismo que Menem quien nunca se presentó. Oscar Castillo y Blanca Monllau del Frente Cívico y Social de Catamarca, quienes iban a votar en contra finalmente se abstuvieron.
Tras la media sanción de la ley, hoy mismo pasará a la Cámara de Diputados que la tratará en un plenario de comisiones de Energía, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. Se prevé una rápida aprobación de la norma, lo que ya motivó que la provincia de Santa Cruz diera marcha atrás con el decreto que revocaba tres áreas de explotación de hidrocarburos a YPF.